martes, 28 de agosto de 2012


IUNA

 

 

 

 

LICENCIATURA EN ARTES VISUALES

 

CÁTEDRA DE  FILOSOFIA

 

 

 

FICHA 1

 

 

 

 

BREVE PANORAMA HISTORICO DE LA FILOSOFIA ANTIGUA Y MEDIEVAL

 

 

 

 

 

 

Autor: Profesor Luis Padin

 

 

 

 

 

 

 

En primer lugar les hago una breve reseña de la orientación y los contenidos generales del programa para que puedan servir como guía del desarrollo del mismo.

 

La primera cuestión que nos interesa es que tomen contacto con temas que tradicionalmente hacen a la explicitación de las problemáticas filosóficas haciendo en primer lugar una breve enunciación de los temas que históricamente han formado parte de la filosofía.

 

Un saber que tiene en su historia mas de veintiséis siglos ha ido constituyendo categorías propias, un lenguaje técnico y los mismos problemas van a recibir respuestas diferentes en contextos sociohistóricos cambiantes.

 

Vamos a hacer una enunciación de las discusiones que se suceden en el marco de esta disciplina, después veremos una interpretación crítica de esta historia basándonos en diversas fuentes, entre las que destacamos el pensamiento de Martín Heidegger, Hans-Georg Gadamer, entre otros, y haremos referencias también a la interpretación de Nietzsche que es un fuerte crítico del desarrollo que ha seguido la filosofía occidental, desde Sócrates, pasando por el cristianismo, hasta fines del siglo XIX.

 

Por último, y alejándonos cada vez más de esta división “escolar” de la filosofía, veremos la posición de un filósofo argentino que plantea la posibilidad de construir una filosofía latinoamericana y que es también un verdadero crítico del pensamiento europeo  que fue impuesto por las clases dominantes, como verdaderos tentáculos del pensamiento colonial en los países latinoamericanos, me refiero a Rodolfo Kusch.

 

La filosofía occidental, a ellas nos referiremos, comienza en Grecia y esto para algunos autores, indica el camino y la orientación. Se suele hacer aparecer a la Filosofía como diferenciándose de las Cosmogonías (siglo VII a.c.) Estas hacían referencia al origen de todo lo existente a través de un lenguaje mítico y religioso, sus relatos eran mitos de soberanía ya que el orden surgía del caos a partir de la acción de un agente, un dios que no solo producía el orden existente, sino que debía mantenerlo (cf. La Teogonía de Hesíodo como modelo).

 

En el siglo VI a.c. aparecen los llamados filósofos Presocráticos que conforman la Cosmologías, consideradas, por el pensamiento moderno, explicaciones “racionales”, estando muy teñidas de concepciones propias Iluministas, positivistas y en definitiva cientificistas que van a dominar el pensamiento occidental desde los albores de la modernidad que con sus mas o sus menos, han llegado prácticamente hasta nuestros días.

 

Tradicionalmente entonces, se considerará que aparece un planteamiento filosófico cuando se producen pensamientos que responden a las siguientes condiciones:

 

1.   Intento de explicar la totalidad de la realidad.

2.   Búsqueda de un principio absoluto a partir del cual realizar dicha explicación.

3.   La intención  de hallar una respuesta verdadera.

4.   El uso de un Lenguaje diferente que el que expresa las representaciones propias del pensamiento mítico y religioso.

 

Si solamente tuviéramos  en cuenta las tres primeras condiciones, podríamos datar el origen de la filosofía en el siglo VII a. C., con el poeta griego Hesíodo.  Pero, desde Aristóteles, se prefiere considerar que el primer filósofo fue Thales de Mileto, del siglo VI a. C.

 

La historia de la filosofía griega, desde sus orígenes hasta su punto culminante, podemos dividirla en tres períodos

 

1.   Período cosmológico o presocrático  (siglo VI a. C. y primera mitad del V).

2.   Período antropológico (siglo V. a. C.): Los sofistas y Sócrates.

3.   Período sistemático (siglo IV a. C.): Platón y Aristóteles.

 

Período cosmológico

 

Se inaugura con Tales de Mileto.  Este período se desarrolla  en dos corrientes paralelas:  La de Jonia y la itálica.

Estos pensadores, prescindiendo en gran parte de las visiones  del mundo dadas por los mitos y la religión, se abocaron a la búsqueda de un  principio real y unitario que permitiera explicar la totalidad de la naturaleza.

 

Thales  creyó encontrar tal  principio en el agua, ésta era la raíz del universo, y la tierra era vista como una gran isla que flotaba en un océano primordial.

 

Otro pensador, Anaxímenes de Mileto, supuso que el principio (o arjé, como lo llamó) era el aire, el cual se transformaba en todas las cosas existentes al solidificarse o rarificarse.

 

Pero no todos los filósofos de este período consideraron  al principio o arjé como una materia universal  y única que adoptaba las formas de todas las cosas existentes.  Pitágoras, el iniciador de la  corriente itálica, creía –según se le atribuye-  que los números constituían las raíces del universo, las formulas secretas de todas las cosas.

 

Los presocráticos con mayor influencia, quizás hayan sido Heráclito de Efeso y Parménides de Elea. El primero consideró que el principio unificador de la realidad no hay que buscarlo en un elemento  material, sino en una ley universal, el Logos, que rige todos los procesos reales.

Para él, el mundo se halla en constante lucha “la guerra es el origen de todas las cosas” todo está en permanente cambio y nada permanece idéntico a sí mismo. La realidad es conflicto, oposición entre contrarios.

 

Parménides, por su parte, cree que el mundo que percibimos por medio de los sentidos es ilusorio y no existe.   La única realidad la  captamos por medio del intelecto (nous), y es el Ser, siempre idéntico a sí mismo, absoluto, inmóvil,  uno y eterno.

 

Periodo antropológico

 

En el siglo V la filosofía se traslada a Atenas.  Los pensadores de esta época no demuestran mayor interés por las investigaciones  de la naturaleza, sino sólo por las cuestiones que tienen que ver con el hombre, especialmente las de orden ético y político.

 

Surge un grupo de pensadores llamados genéricamente con el nombre de Sofistas.  Eran maestros de Retórica y su aporte a la filosofía consistió, fundamentalmente en el desarrollo de las formas y esquemas que constituirán la lógica  y en el estudio del lenguaje.  Muchos de ellos expresan que no les interesa la búsqueda de una verdad absoluta (que en muchos casos creen inexistente) sino en trasmitir a sus discípulos la habilidad para convencer y obtener éxito en las discusiones públicas.

 

Sócrates, critica el  relativismo y el escepticismo al que conduce, según él  la enseñanza de los sofistas. Ejerció su labor filosófica a través de diálogos centrándose en el tema ético. 

 

Suponía que los hombres actúan mal sólo por ignorancia, y que el conocimiento del bien lleva, necesariamente,  a la virtud.  Su método de razonamiento era la mayeútica  que consistía en la refutación de las opiniones de su adversario para que descubra su ignorancia.  Luego tenía lugar la inducción que ascendía de las afirmaciones  particulares hasta una universal, culminando en una definición.

 

 

Periodo sistemático

 

Platón y Aristóteles realizan una novedosa síntesis de todas las doctrinas anteriores.  Elaboran grandes sistemas filosóficos basados en un método riguroso y se ocupan  de todas las cuestiones, considerando a la filosofía como el fundamento de todas las explicaciones que se hagan sobre la totalidad de la realidad, con el fin de encontrar el verdadero conocimiento, tratando, por otra parte cuestiones relativas a la naturaleza, éticas, lógicas, metodológica, antropológicas, etc.

 

Platón (430-348- a.C.)

Fue el principal discípulo de Sócrates.  En su madurez, fundó la primera gran escuela de filosofía, denominada Academia. Sus textos filosóficos, a excepción de la Apología  de Sócrates y Las Cartas, los escribió bajo la forma de diálogos.

 

En la época en que él vive, el sistema político griego, la comunidad política (koinonia politité), la polis, está en crisis. Podríamos afirmar que Sócrates, su maestro, que es condenado a muerte por la polis de Atenas, es el último pólites. Por todo ello su  preocupación principal fue restablecer la organización de la comunidad política, que con su sistema democrático exclusivo para los ciudadanos o pólites, tantos éxitos habían dado a los griegos. El problema que le preocupa es entonces es como lograr que en el mundo imperfecto de lo humano, la justicia triunfe sobre la injusticia, el bien sobre el mal, la verdad sobre la falsedad.

 

Es por ello que afirmamos que la filosofía platónica está íntimamente relacionada con la política: “Su no poder hacer política se traduce en su tener que hacer filosofía. La crisis de su tiempo como crisis, de los usos y costumbres, como desorientación vertiginosa, es el motor efectivo de su filosofía, que lo obliga a ponerla en marcha.. La filosofía aparece pues, para Platon como un menester de urgencia, como algo que hay que hacer porque no se sabe a que atenerse respecto de las cosas y los asuntos de la vida”  Afirma J. Marías,  en su introducción al Fedro, relacionando la crisis de Atenas con la crisis de la Polis,  teniendo en cuenta la experiencia de Platón en Siracusa y la aceptación de su fracaso expresado en la Carta Séptima, uno de sus últimos escritos.

 

Su filosofía parte del estado de ignorancia del hombre, como Sócrates, y es una cuestión de urgencia, porque el hombre griego inmerso en la crisis no sabe a que atenerse, lo que se sabe no alcanza es deficiente, será el filosofo un intermediario entre el ignorante y el sabio que tratará de encontrar el camino de la verdad o por lo menos señalarlo.

 

En los diálogos platónicos se muestra que la opinión es insuficiente y por ello es necesario elevarse a un saber superior. El dialogo  consiste en la destrucción de las opiniones en cuento tales.

 

La ignorancia filosófica consiste en que no sabe lo que hay que saber, la opinión es deficiente y fuente de problematicidad. Por eso es el motor de la filosofía  y de ahí, la necesidad del dialogo, en el que chocan las opiniones y ninguna se puede afirmar como tal, dialogo que pretende ser, como afirma en El Sofista, equiparable al pensamiento (dianoia) que es el “ callado dialogo interior del alma consigo misma”.

 

Será entonces la destrucción de las opiniones en el diálogo la que llevará a un nuevo modo de conocimiento que será el de la Episteme  o Ciencia o directamente Filosofía. Habrá que limitar, definir, para que una cosa no se confunda con otra. Debiendo coincidir el pensamiento lógico y el ser a través de la identidad como ya lo había entrevisto Parménides.

 

El problema es que las cosas no responden al principio de identidad, no son permanentes, están en constante cambio y son múltiples. Y esto es porque el ser de las cosas no está en ellas mismas, sino fuera de ellas. La esencia de las cosas no está en ellas, el ser del caballo no está en este caballo particular y concreto, y la definición es de lo universal, del eidos, en definitiva el ser está en la Ideas, fuera de las cosas, y estas participan de la Idea que es inmutable y universal.

 

Estamos en presencia de una concepción lógica que entiende al ser como identidad y, el ser, se identifica con la forma de la realidad que cumple los requisitos del pensamiento lógico. Y ello se da en el mundo de las Ideas

 

Su construcción teórica principal fue la teoría de las Ideas.  De acuerdo con  la misma existen dos órdenes diversos de realidad:  el sensible y el inteligible, pero sólo el segundo es absolutamente verdadero. Los sentidos nos muestran un mundo imperfecto sometido a un perpetuo cambio, tal como la concepción de Heráclito. 

 

Platón agrega que un mundo tal no puede constituir el objeto de un verdadero conocimiento pues ésta requiere realidades universales, eternas y permanentes que servirán a la vez para fundar sobre ellas una comunidad justa y lo más perfecta posible dentro de la imperfección propia de lo humano.

 

Así considerará que el entendimiento cuando se despoja de la interferencia obrada por los sentidos, descubre el mundo verdadero:  el mundo inteligible de las Ideas, que constituye el verdadero objeto de la filosofía.

 

Las Ideas son modelos eternos, universales e independientes de nosotros, puesto que existen por sí  mismas.  La doctrina de las Ideas, se basa en el desarrollo que hace Platón a partir de las nociones  universales de que hablaba Sócrates (conceptos y definiciones)

 

Las cosas del mundo sensible constituyen una copia imperfecta de las  Ideas. Así por ejemplo, todos los objetos bellos que percibimos por medio de los sentidos son tales porque participan de una única Idea de  Belleza, eterna y absoluta, de la cual los primeros son meras “sombras” o “copias”.

 

El conocimiento filosófico o Episteme es un saber lo que las cosas son y, como el ser de las cosas está en la Ideas, hay que avanzar dialécticamente de las cosas a las ideas y despues volver de las ideas a las cosas. La filosofía se presenta entonces como un viaje de ida y vuelta. De las cosas que plantean el problema  y obligan a filosofar, a las Ideas y de las Ideas a las cosas para explicar su ser participado.

 

El problema que se plantea muchas veces con el pensamiento platónico y con sus cuatro modos de tener noticias de las cosas, tal como lo explica en el libro VI y VII de la República, a saber: la conjetura, la creencia, pertenecientes estas dos primeras al mundo sensible y el conocimiento discursivo y el intuitivo, ambos pertenecientes al mundo inteligible, es que lugar ocupa el mito dentro de su sistema de pensamiento.

 

Veamos un caso para ejemplificar el problema; el Mito de la caída, de los carros alados que se presenta en el Fedro (246 a y subsiguientes) Afirma en ese texto que, saber cuál es la naturaleza del alma es casi imposible y es una tarea divina, pero es posible dar una imagen de ella: “Describir cómo es el alma sería cosa de una investigación en todos sentidos y totalmente divina... pero decir a que es semejante puede ser el objeto de una investigación humana”

 

Antes había dado una definición del Alma diciendo que es todo aquello que se mueve por si mismo, una definición conceptual de qué es el alma y despues apela al mito, esto es lo problemático y sorprendente. El problema es que estamos en presencia de tres cuestiones diferentes que Platón distingue: 1. La esencia de algo (ousia); 2. su Logos o definición y 3. su nombre (ónoma).

 

La definición de la esencia no agota la realidad de lo que se habla, solo la delimita o circunscribe. Conocer totalmente las cosas es tarea divina por eso es necesario fundamentalmente cuando se trata de cuestiones últimas, recurrir al mito para que nos manifieste, aunque sea de manera imperfecta y parcial, la realidad de la cual estamos hablando, decirnos a que se asemeja. El mito se convierte entonces en algo superior a la definición. Si bien el conocimiento humano no puede agotar la realidad puede fijarla y explicarla hasta cierto punto aunque sea de manera alegórica.

 

En este mito Platon cuenta lo que le pasa al alma, que con sus alas se eleva hacia lo alto. Será entonces, el alma humana la que permite que el hombre logre unir ambos mundos ya que puede elevarse, a través del pensamiento, de uno al otro y una vez arriba poder bajar a esta realidad imperfecta en la que le toca vivir. Por eso para Platon la filosofía es un esfuerzo personal y comprometido y no una acumulación de saberes, es algo que le compete al hombre y que debe “comunicarse de modo erótico”. Ya que debe haber un Amor a la belleza y a las Ideas, que es el que inclina al filosofar.

 

La insatisfacción del hombre proviene de la situación que se produce por estar  hecho para alimentarse de Ideas y no puede evitar alimentarse de opiniones, es por lo tanto una realidad inestable, que fluctúa entre ser más o menos hombre. Lamentablemente las verdades ultimas son inalcanzables y no se puede decir totalmente en que consiste esa realidad pero se puede señalar para que los demás puedan llegar a ellas por sí mismos. Por eso el maestro, el filósofo, debe contagiar a sus discípulos para que se lancen al penoso y difícil cometido de conquistar la realidad a través del conocimiento.

 

Hicimos esta referencia a la explicación mitológica que abunda en la obra de Platón, porque muchos autores toman a su pensamiento como el paradigma de la racionalidad del saber y, desde estas visiones “Ilustradas”, se lo ve como un verdadero antecesor del Racionalismo y del Idealismo, fundamentalmente por el papel que le atribuyó a las matemáticas como propedéutica de la filosofía, y con su célebre inscripción en el frente de la Academia donde se afirma que “no debe entrar aquí quien no sepa matemáticas”: A pesar de ello tuvo una particular predilección por “mostrar” verdades inaccesibles al intelecto a través del Mito y, en definitiva, las explicaciones últimas, que sobrepasan la posibilidad de hacerlo a través del pensamiento, las realiza mitológicamente, constituyéndose el Mito en la explicación fundamental y última.

 

Aristóteles (384-322 a.C.)

 

Fue discípulo de Platón.  Durante mucho tiempo fue miembro de la Academia.  A la muerte de su maestro la abandona y, después de un largo periodo de viajes,  retorna a Atenas y funda su propia escuela de filosofía,  el Liceo.

 

Conservamos de él una gran cantidad de obras que cubren todos  los temas: metafísica, física, ética, política, estética, etc.  Fue el creador de la lógica.  Su doctrina filosófica, recogida por Santo Tomás de Aquino, se mantiene  vigente en el pensamiento religioso.-filosófico de la Iglesia Católica aún en nuestros días.

 

Constituyó un gran sistema filosófico a partir de la crítica de la teoría platónica de las Ideas. Para él, a diferencia de Platón, las cosas realmente existentes son las individuales (en su lenguaje, los individuos constituyen las sustancias primeras).  Pero en dichas cosas individuales podemos distinguir dos principios: la materia y la forma.  Esta última es aquello que tienen en común los individuos de la misma especie; con ello, es como si Aristóteles dijera que lo universal se halla contenido en el individuo.

 

Todo conocimiento procede de la sensación.  Por medio de los sentidos conocemos lo individual, pero el proceso del conocimiento no termina allí sino a través de la abstracción,  llegamos al razonamiento y a la intelección de lo universal.

 

La metafísica de Aristóteles estudia la causa primera de todo lo existente a la que también llama Dios o primer motor.

 

En su sistema de pensamiento vamos a encontrar una serie de conceptos fundamentales de los cuales, la mayoría de ellos, se inscribirán definitivamente en la historia de la filosofía. En principio hacemos una simple enumeración de los mismos:

Sustancia primera = ousia : ser en si. Sustancia segunda = categorías: ser en otro. Materia – Forma. Potencia – Acto. Causas: material, formal, eficiente, final.

Lo que existe es el individuo concreto, (crítica a Platón) el sujeto de todas las predicaciones (SUSTANCIA 1ra: Ente individual y concreto , la cosa sensible)

 

Las ideas se obtienen cuando de cualquier sustancia separo lo esencial de lo accidental: ESENCIA la obtengo por la inteligencia y logro la Definición de algo, lo que la cosa es.

Ej: El Hombre es un animal político (zoon politicon)  por lo tanto de un sujeto se pueden  predicar:

a) predicados esenciales

b) predicados no esenciales:  categorías: cantidad, cualidad,

Relación, tiempo, lugar, acción, situación, pasión y estado

 

Ej:  el hombre es un animal portador de lenguaje (a)

      el hombre es un animal político (a)

      el hombre es blanco  (cual.)(b)

      el hombre es alto       (cant.)(b)

 

Por lo tanto, si queremos explicar la realidad desde el punto de vista del conocimiento debemos hacer referencia a los conceptos de sustancia, esencia, accidente. Si queremos explicar la realidad de acuerdo a como están constituidas las cosas, a su estructura, debemos recurrir a los conceptos de Materia y Forma .La sustancia 1ra., el individuo, la cosa concreta se compone  de materia: lo indeterminado , lo pasivo de cada realidad (ej: madera) y forma: lo determinante (mesa)

 

La materia es posibilidad. La forma es realidad. El equilibrio entre Materia y Forma es inestable, hay cambio: pasar del no ser en acto (semilla) al ser  en acto (árbol) Movimiento: pasaje de la Potencia al Acto

 

La realidad es cambiante porque la materia implica posibilidad, entonces si queremos explicar la realidad desde el punto de vista dinámico recurrimos a los conceptos de potencia y acto

 

Si queremos indagar sobre la causa que produce una realidad, el porqué algo es lo que es, debemos recurrir a la teoría de las cuatro causas:

 1) material: aquello de que está hecho algo, el contenido.

 2) formal: la estructura de la cosa, el eidos, la idea.

 3) eficiente: el que le da forma a la cosa

 4) final : el propósito, el fin del creador, el para qué.

 

La Filosofía es conocimiento de las causas, del porqué de la realidad.

Si conocemos la causa 1ra.: Filosofía  1ra. o Metafísica: conocimiento del 1er motor; última y primera causa de toda la realidad (Dios)

 

Toda la naturaleza obedece al principio de la Finalidad  (teleología), por lo tanto  1) todo ser tiene un modelo hacia el cual se desarrolla 2) cada hecho tiene una ley  3) todo el cosmos tiene un orden.

Todo ser, toda realidad, tiene una causa final: el motor inmóvil a cuya perfección aspira el mundo.

 

Todo el sistema implicará un orden jerárquico en la naturaleza en función de que predomine materia y forma, de lo que menos es (preeminencia de la materia) a lo que más es (preeminencia de la forma).

 

Se parte del concepto de MATERIA PRIMA: incognoscible

1) Primer grado de actualidad, los 4 elementos primordiales: tierra, agua, aire y fuego.

2) Segundo grado de actualidad: sustancias homeoméricas (homogéneas)

3) Tercer grado de realidad: sustancias anomeoméricas (heterogéneas por ej. órganos diferenciados)

4) Cuarto: vegetales

5) Quinto:  animales

6)    Sexto:  hombre    

Fin de la jerarquía: ACTO PURO: Dios: 1er. Motor

 

Todo el universo tiende hacia él como último fin. Todos los seres materiales y espirituales se mueven por deseo, por un apetito de ser en acto, todos tienden hacia él, es causa final, mueve por atracción siendo él inmóvil, puro pensamiento, pensamiento que se piensa a si mismo.

 

A continuación y para comenzar con la idea de establecer una lectura desde América de la llamada “filosofía universal” vamos a ver en particular el tema del significado de la Política Aristotélica no solo para comprender la visión del filósofo griego sino también para ver como fue reinterpretado por los conquistadores y aplicado en América.

 

Relación entre Polis y Politeia.

 

La polis que se constituye en Grecia a partir del Siglo VII a.c. es la comunidad políticamente organizada, la koinonía politiké. Hay otras comunidades aparte de la polis pero no son comunidades políticas, son anteriores desde el punto de vista cronológico pero no en el ontológico, por ello nos debemos regir por el principio aristotélico de que el todo es superior y anterior a la parte y es el que le da sentido a cada una de las partes que lo componen: La comunidad constituida naturalmente para la satisfacción de las necesidades cotidianas de la casa... la primera comunidad constituida por varias casas en vista de las necesidades no cotidianas es la aldea,...La comunidad perfecta de varias aldeas es la ciudad(polis ) 1252 b

Menciona también otra comunidad mas vasta y distinta, ethnos, y la podríamos traducir  como “nación”  o “pueblo” en el sentido tradicional, pero carece de unidad y sus miembros no se conocen entre sí, que era uno de las condiciones que el pensador griego consideraba que debían de cumplir las comunidades políticas.

 

...De modo que toda ciudad es por naturaleza, si lo son las comunidades primeras; porque la ciudad es el fin de ellas, y la naturaleza es fin. 1252 b

 

La polis entonces existe por naturaleza, hace a la esencia de lo humano y su finalidad, su telos, está en función de que esa existencia, la del hombre, no solo sea posible, sino que en ella, y solo en ella, podrá lograr su máxima perfección. Aristóteles sabía de la crisis profunda en que estaba sumida esa estructura organizativa comunitaria a la cual también Platón quiso sin éxito salvar, y consideraba que su columna vertebral, lo que la constituye como tal, es la politeia, la constitución. Ya que lo que hace posible la vida de la polis es el nomos, la ley y la constitución arbitra las “reglas de juego”, el conjunto de normas que regulan la vida de la comunidad y que un determinado sector de la comunidad impone a los otros, en la medida en que estas reglas sean efectivas, la marcha de la comunidad es posible. Y esto es muy importante para Aristóteles porque esa comunidad de familias y aldeas esta organizada para alcanzar una vida perfecta y suficiente, feliz y buena, garantizando, de esta manera, el bien para todos los hombres que se encuentran inmersos en ella. Los ciudadanos, aunque sean desiguales, tienen una obra común que es la seguridad de la comunidad y la comunidad es el régimen vigente, lo que lo constituye en forma de normas incorporadas en sus miembros que tienen origen en la costumbre (consuetudinarias).

 

La Politeia, el régimen o constitución, es, pues, efectivamente lo que da forma a la ciudad, aquello que la constituye. La constitución es el principio rector de la ciudad, es su forma de vida. Y por eso le preocupa porque lo que está en peligro en su época es la existencia de la comunidad misma. “El acuerdo se ha perdido hace muchos años; ya no se sabe lo que es bueno ni lo que es malo, lo que es justo ni lo que es injusto, no se sabe, sobre todo, quién debe mandar. Por lo tanto hay que encontrar la fórmula que haga posible una nueva concordia, una mínima seguridad, para que los hombres puedan seguir  tendiendo los arcos de sus vidas con alguna esperanza de que la felicidad sea su blanco”.

 

La naturaleza de la comunidad en Aristóteles

 

Vemos que toda la ciudad es una comunidad  y que toda la comunidad está constituida en vista de algún bien, porque los hombres siempre actúan mirando a lo que les parece bueno; y si todas tienden a algún bien, es evidente que más que ninguna, y al bien mas principal, la principal entre todas y que comprende todas las demás, a saber, la llamada ciudad y comunidad civil. 1252 a.  

 

La comunidad es natural al hombre y es la que garantiza su humanidad, porque el hombre no se basta a sí mismo, no puede ser autárquico, pero esta falta de autarquía que la naturaleza ha rehusado al hombre individualmente considerado, se realiza de un modo perfecto sólo en la ciudad políticamente organizada, en la polis o “koinonía politiké”. Y esa autarquía, ese bastarse a sí misma,  estará dada cuando pueda asegurar eficazmente la defensa de sus miembros y  de satisfacer el conjunto de las necesidades del hombre, siendo el lugar donde la vida humana encuentre su expresión mas acabada. Estos fines, la defensa común y la autarquía económica, si bien son muy importantes, no son los fines esenciales que explican la existencia de la comunidad política, si bien sirvieron progresivamente para la constitución de la misma, bajo la presión de las necesidades naturales, pero no es para ese fin para lo que la ciudad está hecha sino que  su esencia reside en un fin superior que es el reinado de la justicia.  

 

...."Sin duda la posesión de un territorio, la seguridad militar, el equilibrio económico, son condiciones necesarias para la existencia de una comunidad política; son como el sustrato de la unidad política, pero no bastan para constituirla; se necesita ante todo una comunidad ideal. La ciudad es el marco dentro del cual se puede realizar, gracias a la independencia que ella asegura, el ideal de una vida humana perfecta; es ella el ambiente en que el hombre puede alcanzar su felicidad mediante el ejercicio de la virtud, en el respeto a la justicia"

Y es que el hombre, a diferencia de otros seres vivos que no lo son (establecidas esas diferencias en su tratado “Psique” o “De anima”, en su traducción latina, entre alma vegetativa, sensitiva y racional) aspira a la justicia, a las leyes, a la vida política; y para ello fue dotado del lenguaje y es la palabra la que permite indicar, lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo,  y será el lenguaje, el que califique esencialmente al hombre y lo convierta en un animal político (zoon politikon) De ahí que el hombre solo cuando está inserto en  la comunidad puede realizar la perfección de su naturaleza y fuera de ella  “es una bestia o un dios”

 

....De todo esto resulta, pues, manifiesto que la ciudad es una de las cosas naturales, y que el hombre es por naturaleza un animal social....La naturaleza....no hace nada en vano, y el hombre es el único animal que tiene palabra.... la palabra es para manifestar lo conveniente y lo dañoso, lo justo y lo injusto, y es exclusivo del hombre, frente a los demás animales, al tener, él sólo, el sentido del bien y del mal, de lo justo y lo injusto, etc. y la comunidad de estas cosas es lo que constituye la casa y la ciudad

1253 a

 

Hay que aclarar que estos fines solo se pueden lograr en la comunidad políticamente organizada y a través de ella, permitirán el máximo grado de perfección humana que se pueda alcanzar, están restringidos a un tipo de hombres, los llamados “hombres libres”; los “otros” no podrán hacerlo porque su “naturaleza” es diferente y jerárquicamente “inferior”, siendo esta característica esencial y por lo tanto inmodificable y es lo que acontecerá en el caso de los hombres considerados “esclavos”. En realidad calificarla de “esencial” si se trata solo de una condición histórica particular, tendrá graves e importantes consecuencias respecto de la estructuración del lugar del “otro” y así, al considerarlo inferior, lo será por ser diferente al griego, y esto no es “esencial” pero por no ser griego, se es bárbaro.

Claro que no solo el esclavo tiene restricciones sino que la fundamentación las establecerá también para el niño respecto del adulto y para la mujer respecto del hombre. Las diferencias planteadas entre los hombres libres y los esclavos constituirán el concepto de esclavitud que desarrollaremos a continuación.

 

La Naturaleza de la Esclavitud

 

Para Aristóteles, la esclavitud es algo natural y necesario y el que la padece está al servicio de la economía, de la casa (oikos = casa), coopera en la consecución de los fines de la vida del grupo doméstico:  ... la casa perfecta consta de esclavos y libres.... las partes primeras y mínimas de la casa son el amo y el esclavo, el marido y la mujer, el padre y los hijos. 1253 b

....Su función es la de un instrumento capaz de obediencia, ya que...Los instrumentos pueden ser inanimados o animados. 1253 b

El amo se sirve de él, no como el artista de sus útiles, para producir una obra, sino como se sirve él mismo de sus vestidos o de sus muebles, o mejor aún de sus miembros, no para otra cosa sino simplemente para vivir. Es un instrumento del amo, un medio para sus fines, como son las herramientas de labranza o los caballos, por ello depende de su amo como uno de sus miembros, y le pertenece absolutamente.

 

Así también los bienes que poseen son un instrumento para la vida, la propiedad en general una multitud de instrumentos, el esclavo una posesión animada y todo subordinado algo así como un instrumento previo a los otros instrumentos. 1253 b

 

Para Aristóteles el esclavo es un “instrumento para la acción” del hombre libre, esto es, una cosa que no posee propiamente el estatuto de hombre: La vida es acción, no producción y por ello el esclavo es un subordinado para la acción. 1254 a

La no-pertenencia del esclavo a sí mismo es absoluta, porque su ser es sólo una “parte” de su amo y como una especie de prolongación de su cuerpo: ...Por eso el amo no es del esclavo otra cosa que amo, pero no le pertenece, mientras que el esclavo no sólo es esclavo del amo, sino que le pertenece por completo.... esclavo: el que por naturaleza no pertenece a sí mismo, sino a otro, siendo hombre, ése es naturalmente esclavo; es hombre de otro el que, siendo hombre, es una posesión.... ya desde el nacimiento unos seres están destinados a ser regidos y otros a regir... y siempre es mejor el mando sobre mejores subordinados. 1254 b

 

“Si entendemos que toda relación requiere, como tal, un cierto grado de autonomía en cada uno de sus términos, el nexo que une amo y esclavo no es, pues, en sentido estricto, una relación.  El lazo que los reúne es esencialmente utilitario; se refiere exclusivamente a la satisfacción de las necesidades de la existencia y, como tal, constituye un elemento esencial de la economía doméstica y política”.

 

... son esclavos por naturaleza, y para ellos es mejor estar sometidos a esa clase de imperio, lo mismo que para el cuerpo y el animal. Pues es naturalmente esclavo el que es capaz de ser otro y participa de la razón en medida suficiente para reconocerla pero sin poseerla, mientras que los demás animales no se dan cuenta de la razón, sino que obedecen a sus instintos. 1253 b

 

De aquí se desprende que el único que determina los fines, el que posee plenamente la facultad racional y por lo tanto la libertad y voluntad plena es el padre de familia, el amo y señor, siendo el único que puede conducirse a sí mismo, los demás miembros, cada uno en su medida, no la poseen, el esclavo en ningún caso, es imperfecta en el niño, e impotente en la mujer. 

 

Estas razones ponen también de manifiesto que no es el mismo gobierno del amo que el de la ciudad, ni todos los poderes entre si, pues uno se ejerce sobre personas libres por naturaleza y otro sobre esclavos, y el gobierno doméstico es una monarquía mientras que el gobierno político es de libres e iguales. 1255 b

 

Será a partir de estas premisas que podemos argumentar que la autoridad del amo sobre el esclavo es total y sin limites ya que tiene como principio, no la justicia como será entre los hombres libres, sino el provecho del jefe de familia. La justicia no es aplicable más que entre asociados libres e iguales; es ella el principio de la autoridad política.

La cuestión central y definitiva es que la esclavitud es natural y por la tanto irreversible: En efecto, el que es capaz de prever con la mente es naturalmente jefe y señor por naturaleza, y el que puede ejecutar con su cuerpo esas previsiones es súbdito y esclavo por naturaleza; por eso el señor y el esclavo tienen los mismos intereses. 1252 a….Pero la belleza del alma no es tan fácil de ver como la del cuerpo. Es, pues, manifiesto que unos son libres y otros esclavos por naturaleza, y que para estos últimos la esclavitud es a la vez conveniente y justa. 1255 a

 

Es dable observar, en este caso, que se están poniendo en juego una serie de conceptos que hemos mencionado en anteriormente referido a que toda la naturaleza obedece al principio de la Finalidad  (teleología) por lo tanto, 1) todo ser tiene un modelo hacia el cual se desarrolla 2) cada hecho tiene una ley  3) todo el cosmos tiene un orden. Todo el sistema aristotélico se apoyará, por un lado, en el establecimiento de un orden jerárquico que organizará los diferentes grados de perfección en  la realidad y por otra parte para explicar esa misma realidad echará mano a pares de opuestos, como potencia-acto, materia-forma, sustancia-accidente, etc.

 

De esta manera, la realidad se organiza dicotómicamente en términos de subordinación de lo inferior a lo superior. Recorriendo rápidamente esas subordinaciones, podemos decir que, en el plano biológico, los animales están esencialmente subordinadas a los hombres; en el antropológico y político, los esclavos a los hombres libres, los bárbaros a los griegos, los niños a los adultos y las mujeres a los hombres

“En el nivel ontológico, el ente sensible al ente inteligible; en la esfera metafísica, la materia a la forma; en el nivel ético-teológico, lo imperfecto a lo perfecto, la dependencia a la autonomía (autarkheia)” (Aristóteles, Política, I, 3, 1253b 5- 13; I, 6, 1255ª 30-35; Física, I, 9, 192ª 2-24; Metafísica, A, 10, 1075ª 19-23

 

...Asimismo, tratándose de la relación entre macho y hembra, el primero es superior y la segunda inferior por naturaleza, el primero rige, la segunda es regida. 1254 b

...El ser vivo consta en primer lugar de alma y cuerpo, de los cuales el alma es por naturaleza el elemento rector y el cuerpo el regido. 1254 a

... que es conforme a la naturaleza y conveniente que el cuerpo sea regido por el alma, y la parte afectiva por la inteligencia y la parte dotada de razón 1254 b

... el cuerpo y el alma tienen los mismos intereses, y el esclavo es una parte del amo, una especie de parte animada separada de su cuerpo. Por eso el amo y el esclavo que por naturaleza merecen serlo tienen intereses comunes y amistad recíproca, y cuando no es éste el caso, sino que son amo y esclavo por convención y violencia, sucede lo contrario. 1255 b

 

La rudimentaria humanidad del esclavo expresa la imperfección de su razón: el esclavo se halla privado de “la parte deliberativa” del alma racional. En razón de esta imperfección, es incapaz de ejercer la decisión racional y por ello no puede tampoco arribar a la felicidad. Siendo una especie de híbrido, mezcla de animalidad, humanidad y utensibilidad, el esclavo difiere del hombre libre como el cuerpo del alma y la bestia del hombre, y “esta condición inferior es lo que corresponde a todos aquellos cuyo trabajo consiste en el empleo de la fuerza natural”

 

La esclavitud es, por consiguiente, un estado natural. No se funda sobre una convención, como lo entendían otros pensadores de la época, sino sobre la ley “natural”, que produce una masa de hombres imperfectos destinados a servir a los hombres que son enteramente hombres y por eso serán amos.

 

La pregunta que corresponde hacer es ¿en qué principio racional, fundado en su propio sistema filosófico, se basa Aristóteles para fundamentar la naturaleza de la esclavitud? Y la respuesta que surge con evidencia plena, es que ese principio no se encuentra dentro de los elementos conceptuales que su sistema filosófico nos provee y que, contrariamente a ellos, se basa en consideraciones particulares, en cuestiones de hecho y relatos transmitidos por la tradición que azarosaaemnte elige y, de esta manera, transgrede un principio fundamental de su propia gnoseología, que establece que lo universal es irreductible a la experiencia, ya que la simple experiencia solamente autoriza juicios particulares, tal como lo expresa hasta el cansancio en su “Metafísica”

 

El principio sobre el cual descansa la tesis de la inferioridad natural es la autoridad de la tradición, que transmiten los poetas y la costumbre: Por eso dicen los poetas que “es justo que los griegos manden sobre los bárbaros”, entendiendo que bárbaro y esclavo son lo mismo por naturaleza. 1252 b..La naturaleza quiere sin duda establecer una diferencia entre los cuerpos de los libres y de los esclavos, haciendo los de éstos fuertes para los trabajos serviles y los de aquéllos erguidos e inútiles para tales menesteres, pero útiles en cambio para la vida política (que se divide en actividad guerrera y pacífica.

1254 b

 

En el libro séptimo de la Política, el filósofo griego esboza una argumentación que pretende determinar sus principios por medio de la inducción. Tomando partido de ciertas reflexiones médicas de Hipócrates, sostiene Aristóteles que si los griegos son naturalmente libres y tienen la capacidad de someter al mundo entero, es porque son a la vez valientes y hábiles técnicamente. Se distinguen así de las naciones situadas en las regiones frías, que son valientes pero carecen de habilidad técnica, lo cual les garantiza una cierta libertad pero les impide dominar a los pueblos vecinos. Pero los griegos se distinguen igualmente de las naciones asiáticas, que siendo inteligentes y de espíritu inventivo, carecen sin embargo de valor, lo cual las condena a una existencia de esclavos. De este modo, las naciones no-griegas son naturalmente imperfectas, en el sentido de que adolecen siempre de alguna carencia (de valor o de inteligencia) sólo los griegos alcanzan la perfección.

 

Respecto de lo fáctico como fundamento al proponer que la subordinación natural de determinados hombres a otros hombres es una realidad se basa en que la mayoría de los esclavos no eran griegos, afirmando que los griegos se ven a ellos mismos como nobles, no solo en su país, sino en todas partes y los bárbaros, por el contrario, no son nobles sino en su propio territorio y afirma que  los bárbaros son esencialmente inferiores y vasallos de los griegos, aún cuando puedan ser accidentalmente reyes o sabios en sus propios territorios. Los griegos, que constituyen la humanidad superior, pueden y deben reducir a los bárbaros a la esclavitud pero, correlativamente, no deben reducir a otros griegos a la condición servil. En consecuencia el esclavo natural está determinado por su pertenencia a una nación no-griega, el esclavo natural, es el otro. Por lo tanto, la representación de la alteridad esta vista como privación o negatividad pura.

 

Es a título de su alteridad que el otro es esclavo, es decir, ontológicamente inferior: Todos aquellos que difieren de los demás, tanto como el cuerpo del alma o del animal del hombre.... son esclavos por naturaleza  1255 a

 

El hombre libre muestra en si la presencia del orden, la necesidad, la finalidad, la perfección y en cierto sentido su divinidad, pudiendo encontrarse una simetría entre la acción del hombre libre y el movimiento de los cuerpos celestes, contrariamente en el esclavo se muestra el azar, la ausencia de finalidad, el desorden, el estar privado de racionalidad y de finalidad, características distintivas de la humanidad, de ahí se desprende el beneficio que la daría  la obediencia absoluta al amo, quien le otorga desde el exterior, la finalidad y el sentido de que carece originariamente.

 

América y el problema de la fundamentación de la esclavitud

                                   

Estas argumentaciones, entre otras, facilitaran el discurso que pretenda justificar la servidumbre de los habitantes de América, y para ello recurrirán al pensamiento del filósofo griego que estamos analizando. No olvidemos que la vigencia de su pensamiento se extiende en el medioevo por la cristianización que de su pensamiento hace Santo Tomás de Aquino en el siglo XIII.

Juan  Ginés de Sepúlveda (1490-1572), escribe en 1547 el “Tratado sobre las justas causas de la guerra contra los indios”, en el mismo se encargará de fundar sus tesis en Aristóteles y, de esa manera justificar la inferioridad natural de “los naturales” y por lo tanto su “naturaleza” inferior. Para ser justos con la verdad histórica también debemos tener en cuenta que el padre Bartolomé de las Casas (1474-1566) que pertenece al Imperio Español y profesa la misma religión, habiendo llegado  a ser obispo de Chiapas, cuestionará el concepto de barbarie propuesto por Sepúlveda a partir de la interpretación que hace de las sagradas escrituras afirmando que tanto indios como españoles pertenecen a la esencia humana creada por Dios y que por lo tanto gozan de los mismos derechos y libertades. Sus pensamientos fueron publicados en 1552, en un texto que se conoció como “Brevísima relación de la destrucción de las Indias”

     

Haciendo referencia, para contextualizar el tema, a la realidad histórica del momento, vemos que los argumentos de Sepúlveda se elaboran como respuesta a la  promulgación, por parte de la Corona Española, de las  Leyes Nuevas (1542), que prohibían la práctica de la esclavitud por medio del sistema de encomienda. Como esto resultaba no conveniente para los encomenderos, los españoles en América que se beneficiaban con la explotación sin límites de los “naturales”, aparece el planteo de Sepúlveda como el defensor y ideólogo de esos intereses, que si bien nunca estuvo en América, tenía una gran amistad con Hernán Cortés y era filósofo, teólogo y cronista real y conocía perfectamente lo que estaba pasando en el nuevo mundo. Contra esas Leyes promulgadas por la corona, trataba de justificar tanto el empleo de la violencia como medio de evangelización, como la reducción a la esclavitud de los indígenas. Fue ese el propósito principal de las tesis que esboza en su Tratado.

 

Veamos las similitudes entre ambos pensadores:

 

Dice Aristóteles: Por eso dicen los poetas que “es justo que los griegos manden sobre los bárbaros”, entendiendo que bárbaro y esclavo son lo mismo por naturaleza. 1252 b

Plantea Sepúlveda: “Siendo por naturaleza siervos los hombres bárbaros, incultos e inhumanos, se niegan a admitir la dominación de los que son más prudentes (en el sentido aristotélico de racionales), poderosos y perfectos que ellos; dominación que les traería grandísimas utilidades, siendo además cosa justa, por derecho natural, que la materia obedezca a la forma, el cuerpo al alma, el apetito a la razón, los brutos al hombre, la mujer al marido, los hijos al padre, lo imperfecto a lo perfecto, lo peor a lo mejor, para bien universal de todas las cosas. Este es el orden natural que la ley divina y eterna manda observar siempre. Y tal doctrina la han confirmado no solamente con la autoridad de Aristóteles, a quien todos los filósofos y teólogos más excelentes veneran como maestro de la justicia y de las demás virtudes morales y como sagacísimo intérprete de la naturaleza y de las leyes naturales, sino también con las palabras de Santo Tomás”

 

A partir de esa aseveración Sepúlveda enumera desordenadamente los caracteres que, según él, indican la “inferioridad natural” de los indígenas: no poseen ninguna ciencia, no conocen la escritura, no erigen monumentos que den testimonio de su historia, no tiene leyes escritas (solamente tienen instituciones no-escritas y costumbres bárbaras), practican el canibalismo, los sacrificios humanos y la idolatría, son incontinentes y libidinosos, desconocen la propiedad privada, son tímidos y cobardes en la guerra, si construyen casas, practican un cierto tipo de comercio y tienen algún modo racional de vivir es solo “para probar que no son osos ni monos y que no carecen totalmente de razón”

De este modo las “causas”  que invoca Sepúlveda para justificar la guerra contra los indígenas reposan, en última instancia, en la diferencia, en el ser otro, en el no reconocimiento de la alteridad.

 

Volvemos, muchos siglos después, y en este caso, en referencia a los hombres que habitan el continente americano, a escuchar los mismos argumentos de la antigüedad para justificar la supremacía de unos hombres sobre otros y a través del pensamiento que desarrolla Sepúlveda, reencontrar las clásicas oposiciones que planteó Aristóteles y las relaciónes que había establecido en el Libro I de su “Política” respecto de sus consecuencias antropológicas, entre el hombre libre, en este caso el español y el sometido a él, en este caso el aborigen americano que aparecerá como bárbaro, es decir como instrumento “a uso” del hombre libre, fundamentando la representación del ser-otro como barbarie. Curiosamente, mucho tiempo después, en el siglo XIX “a partir de la tradición aristotélica [es]que Samper y Sepúlveda, como Domingo Sarmiento y Juan Maior, intentan legitimar su representación distorsionante de la alteridad y justificar, sobre esta base, una moral y una política particularistas”.

 

Por todo lo dicho concluimos que estas argumentaciones negadoras de la humanidad del otro, no se desprenden de la reflexión teórica que tendría por finalidad principal “develar la verdad”, que está oculta detrás de las cosas, en el sentido de correr el velo que nos impide conocer lo verdadero en el sentido griego de alétheia y de esta manera encubrimos la realidad dándole a los hechos concretos, históricos y circunstanciales una pretendida universalidad que no tienen, ya que se trata de la imposición de una cultura sobre otra, de la dominación lisa y llana producida por la fuerza de las armas y de la apropiación indebida, “conquista” de un territorio que para la mirada europea aparece como inexistente, por eso lo de “descubrimiento”, una supuesta fundamentaron teórica que repite un discurso tradicional griego sobre el ser de los otros apoyado en los hechos de haberse impuesto ellos, en su momento, a los otros pueblos de la antigüedad.  Como afirma Gómez Muller, en el texto citado anteriormente, “este discurso no es “teórico”, sino ideológico. El discurso esclavista cumple una función de encubrimiento: permite ocultar a la vez la falsa absolutez del principio de autosuficiencia del amo, cuya vida depende esencialmente del trabajo del esclavo, y la real autosuficiencia del esclavo, que es capaz de asegurar no sólo las condiciones de su propia vida sino también las de la vida del otro”

Como esto damos por concluido el tratamiento del pensamiento de Aristóteles referido a la Política y para concluir rápidamente con la breve síntesis de la historia de la filosofía occidental anterior a la modernidad, nos faltaría decir dos palabras sobre la filosofía medieval ya que de la filosofía moderna y de la contemporánea y la llamada postmoderna, nos ocuparemos en la segunda unidad de la asignatura.

 

Tomaremos a dos filósofos fundamentales, en la Alta y Baja Edad Media, ya que representan la síntesis mas acabada e influyentes de la cristianización del pensamiento griego.

 

San Agustín (354-430)

 

Basándose en el pensamiento platónico y neoplatónico, que había reformulado Plotino, rescata el concepto de interioridad, de la introspección, adelantándose a Descartes aunque con otra finalidad y en otra época de la historia, ya que afirma que todo saber y toda obrar del hombre se asienta en el descubrimiento de Verdades Eternas a las cuales se arriba mediante la reflexión ya que se hallan en el interior de cada hombre, en su alma, y han sido puestas por Dios en la creación.

 

Las Ideas Platónicas, son ideas de Dios por las cuales creó el mundo, son las esencias perfectas de todas las cosas que están en la mente de Dios.

 

Dios es el único ser cuya esencia es su existencia.

 

Santo Tomás de Aquino (1225-1274)

 

Rescata el pensamiento aristotélico, considerando que el sistema creado por Aristóteles es verdadero y representa a la realidad  que podemos acceder por el pensamiento.

 

Por la razón se puede acceder a las verdades  de la naturaleza ya que debemos separar la Ciencia de Dios o Teología de la Filosofía Natural. Hay entonces dos tipos de verdades: Verdades de Fe que son, por definición indemostrables y Verdades de Razón que son demostrables y a las que se puede acceder independientemente de la Fe.

 

Comprende que si bien Aristóteles participa de una cosmovisión  pagana, ha demostrado con su pensamiento que es posible arribar a verdades y que estas no tienen porque ser contradictorias con las que se alcanza a través de la fe. Ambas son complementarias y compatibles y muchas verdades se pueden demostrar por ambos caminos. Obviamente, los misterio de la fe son indemostrables y eso les asegura una particular jerarquía ya que solo accederemos a ellos a través de la revelación.

 

Claro que las primeras, las verdades de fe,  están a la base y sirven de fundamento de toda la realidad, siendo Dios la primera causa de todo el movimiento, el primer motor, la causa primera, el máximo grado de perfección etc.

 

Además si entraran en contradicción unas con otras el conflicto se resolvería apelando a las verdades de fe que son verdaderas en grado sumo porque expresan la sabiduría de Dios.

 

Pero, por otra parte no podría ser que Dios hubiera creado al hombre de manera tal que unas verdades contradijeran a las otras por ello considera que las mismas deben complementarse.

 

Por supuesto que la excelencia del ser creado, de la creación humana no ha llegado a que el hombre tenga la perfección de Dios y por ello, al ser limitado y finito, puede caer en el error ya que no es perfecto y, no solo le pasa esto con el conocimiento, sino también con su vida moral, ya que si bien, conoce cual es el  Sumo Bien, puede no elegirlo ya que Dios le ha otorgado la dignidad de la libertad y puede hacer un buen o un mal uso de ella.

 

Respecto de las pruebas de demostración de la existencia de Dios, deshecha la prueba ontológica ya que considera que a través del pensamiento no podemos acceder a la esencia de Dios.  No considera tampoco que se pueda derivar la existencia de Dios del análisis  de la esencia del mismo porque las esencias las conocemos abstrayendo a partir de las cosas existentes.

 

La demostración debe ser “a posteriori”, no “a priori”, de los efectos a la causa, de lo contingente a lo necesario. Y de esta manera enuncia las famosas cinco pruebas o cinco vías para la demostración de la existencia de Dios: grados de perfección, primera causa, primer motor, ser necesario, causa incausada.

 

Bibliografía

 

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