IUNA
LICENCIATURA EN ARTES VISUALES
CÁTEDRA DE FILOSOFIA
FICHA 1
BREVE PANORAMA HISTORICO DE LA
FILOSOFIA ANTIGUA Y MEDIEVAL
Autor: Profesor Luis Padin
En primer
lugar les hago una breve reseña de la orientación y los contenidos generales
del programa para que puedan servir como guía del desarrollo del mismo.
La primera
cuestión que nos interesa es que tomen contacto con temas que tradicionalmente
hacen a la explicitación de las problemáticas filosóficas haciendo en primer
lugar una breve enunciación de los temas que históricamente han formado parte
de la filosofía.
Un saber
que tiene en su historia mas de veintiséis siglos ha ido constituyendo
categorías propias, un lenguaje técnico y los mismos problemas van a recibir
respuestas diferentes en contextos sociohistóricos cambiantes.
Vamos a
hacer una enunciación de las discusiones que se suceden en el marco de esta
disciplina, después veremos una interpretación crítica de esta historia
basándonos en diversas fuentes, entre las que destacamos el pensamiento de
Martín Heidegger, Hans-Georg Gadamer, entre otros, y haremos referencias
también a la interpretación de Nietzsche que es un fuerte crítico del
desarrollo que ha seguido la filosofía occidental, desde Sócrates, pasando por
el cristianismo, hasta fines del siglo XIX.
Por último,
y alejándonos cada vez más de esta división “escolar” de la filosofía, veremos
la posición de un filósofo argentino que plantea la posibilidad de construir
una filosofía latinoamericana y que es también un verdadero crítico del
pensamiento europeo que fue impuesto por
las clases dominantes, como verdaderos tentáculos del pensamiento colonial en
los países latinoamericanos, me refiero a Rodolfo Kusch.
La
filosofía occidental, a ellas nos referiremos, comienza en Grecia y esto para
algunos autores, indica el camino y la orientación. Se suele hacer aparecer a
la Filosofía como diferenciándose de las Cosmogonías (siglo VII a.c.) Estas
hacían referencia al origen de todo lo existente a través de un lenguaje mítico
y religioso, sus relatos eran mitos de soberanía ya que el orden surgía del
caos a partir de la acción de un agente, un dios que no solo producía el orden
existente, sino que debía mantenerlo (cf. La Teogonía de Hesíodo como modelo).
En el siglo
VI a.c. aparecen los llamados filósofos Presocráticos que conforman la
Cosmologías, consideradas, por el pensamiento moderno, explicaciones
“racionales”, estando muy teñidas de concepciones propias Iluministas,
positivistas y en definitiva cientificistas que van a dominar el pensamiento
occidental desde los albores de la modernidad que con sus mas o sus menos, han
llegado prácticamente hasta nuestros días.
Tradicionalmente
entonces, se considerará que aparece un planteamiento filosófico cuando se
producen pensamientos que responden a las siguientes condiciones:
1. Intento de
explicar la totalidad de la realidad.
2. Búsqueda de
un principio absoluto a partir del cual realizar dicha explicación.
3. La
intención de hallar una respuesta
verdadera.
4.
El uso de un Lenguaje diferente que el que expresa
las representaciones propias del pensamiento mítico y religioso.
Si solamente
tuviéramos en cuenta las tres primeras
condiciones, podríamos datar el origen de la filosofía en el siglo VII a. C.,
con el poeta griego Hesíodo. Pero, desde
Aristóteles, se prefiere considerar que el primer filósofo fue Thales de
Mileto, del siglo VI a. C.
La historia de la filosofía griega, desde sus
orígenes hasta su punto culminante, podemos dividirla en tres períodos
1. Período
cosmológico o presocrático (siglo VI a.
C. y primera mitad del V).
2. Período
antropológico (siglo V. a. C.): Los sofistas y Sócrates.
3. Período
sistemático (siglo IV a. C.): Platón y Aristóteles.
Período cosmológico
Se inaugura
con Tales de Mileto. Este período se
desarrolla en dos corrientes
paralelas: La de Jonia y la itálica.
Estos
pensadores, prescindiendo en gran parte de las visiones del mundo dadas por los mitos y la religión,
se abocaron a la búsqueda de un
principio real y unitario que permitiera explicar la totalidad de la
naturaleza.
Thales creyó encontrar tal principio en el agua, ésta era la raíz del
universo, y la tierra era vista como una gran isla que flotaba en un océano
primordial.
Otro
pensador, Anaxímenes de Mileto, supuso que el principio (o arjé, como lo llamó)
era el aire, el cual se transformaba en todas las cosas existentes al
solidificarse o rarificarse.
Pero no
todos los filósofos de este período consideraron al principio o arjé como una materia
universal y única que adoptaba las
formas de todas las cosas existentes.
Pitágoras, el iniciador de la corriente
itálica, creía –según se le atribuye-
que los números constituían las raíces del universo, las formulas
secretas de todas las cosas.
Los
presocráticos con mayor influencia, quizás hayan sido Heráclito de Efeso y
Parménides de Elea. El primero consideró que el principio unificador de la
realidad no hay que buscarlo en un elemento
material, sino en una ley universal, el Logos, que rige todos los
procesos reales.
Para él, el
mundo se halla en constante lucha “la guerra es el origen de todas las cosas”
todo está en permanente cambio y nada permanece idéntico a sí mismo. La
realidad es conflicto, oposición entre contrarios.
Parménides,
por su parte, cree que el mundo que percibimos por medio de los sentidos es
ilusorio y no existe. La única realidad
la captamos por medio del intelecto
(nous), y es el Ser, siempre idéntico a sí mismo, absoluto, inmóvil, uno y eterno.
Periodo antropológico
En el siglo V la filosofía se traslada a Atenas. Los pensadores de esta época no demuestran
mayor interés por las investigaciones de
la naturaleza, sino sólo por las cuestiones que tienen que ver con el hombre,
especialmente las de orden ético y político.
Surge un grupo de pensadores llamados genéricamente con el
nombre de Sofistas. Eran maestros de
Retórica y su aporte a la filosofía consistió, fundamentalmente en el
desarrollo de las formas y esquemas que constituirán la lógica y en el estudio del lenguaje. Muchos de ellos expresan que no les interesa
la búsqueda de una verdad absoluta (que en muchos casos creen inexistente) sino
en trasmitir a sus discípulos la habilidad para convencer y obtener éxito en
las discusiones públicas.
Sócrates, critica el
relativismo y el escepticismo al que conduce, según él la enseñanza de los sofistas. Ejerció su labor
filosófica a través de diálogos centrándose en el tema ético.
Suponía que los hombres actúan mal sólo por ignorancia, y
que el conocimiento del bien lleva, necesariamente, a la virtud.
Su método de razonamiento era la mayeútica que consistía en la refutación de las
opiniones de su adversario para que descubra su ignorancia. Luego tenía lugar la inducción que ascendía
de las afirmaciones particulares hasta
una universal, culminando en una definición.
Periodo sistemático
Platón y Aristóteles
realizan una novedosa síntesis de todas las doctrinas anteriores. Elaboran grandes sistemas filosóficos basados
en un método riguroso y se ocupan de
todas las cuestiones, considerando a la filosofía como el fundamento de todas
las explicaciones que se hagan sobre la totalidad de la realidad, con el fin de
encontrar el verdadero conocimiento, tratando, por otra parte cuestiones
relativas a la naturaleza, éticas, lógicas, metodológica, antropológicas, etc.
Platón (430-348-
a.C.)
Fue el principal discípulo de Sócrates. En su madurez, fundó la primera gran escuela
de filosofía, denominada Academia. Sus textos filosóficos, a excepción de la
Apología de Sócrates y Las Cartas, los
escribió bajo la forma de diálogos.
En la época en que él vive, el sistema político griego, la
comunidad política (koinonia politité), la polis, está en crisis. Podríamos
afirmar que Sócrates, su maestro, que es condenado a muerte por la polis de
Atenas, es el último pólites. Por todo ello su
preocupación principal fue restablecer la organización de la comunidad
política, que con su sistema democrático exclusivo para los ciudadanos o
pólites, tantos éxitos habían dado a los griegos. El problema que le preocupa
es entonces es como lograr que en el mundo imperfecto de lo humano, la justicia
triunfe sobre la injusticia, el bien sobre el mal, la verdad sobre la falsedad.
Es por ello que afirmamos que la filosofía platónica está
íntimamente relacionada con la política: “Su no poder hacer política se
traduce en su tener que hacer filosofía. La crisis de su tiempo como crisis, de
los usos y costumbres, como desorientación vertiginosa, es el motor efectivo de
su filosofía, que lo obliga a ponerla en marcha.. La filosofía aparece pues,
para Platon como un menester de urgencia, como algo que hay que hacer porque no
se sabe a que atenerse respecto de las cosas y los asuntos de la vida” Afirma J. Marías, en su introducción al Fedro, relacionando la
crisis de Atenas con la crisis de la Polis,
teniendo en cuenta la experiencia de Platón en Siracusa y la aceptación
de su fracaso expresado en la Carta Séptima, uno de sus últimos escritos.
Su filosofía parte del estado de ignorancia del hombre,
como Sócrates, y es una cuestión de urgencia, porque el hombre griego inmerso
en la crisis no sabe a que atenerse, lo que se sabe no alcanza es deficiente,
será el filosofo un intermediario entre el ignorante y el sabio que tratará de
encontrar el camino de la verdad o por lo menos señalarlo.
En los diálogos platónicos se muestra que la opinión es
insuficiente y por ello es necesario elevarse a un saber superior. El
dialogo consiste en la destrucción de
las opiniones en cuento tales.
La ignorancia filosófica consiste en que no sabe lo que
hay que saber, la opinión es deficiente y fuente de problematicidad. Por eso es
el motor de la filosofía y de ahí, la
necesidad del dialogo, en el que chocan las opiniones y ninguna se puede
afirmar como tal, dialogo que pretende ser, como afirma en El Sofista,
equiparable al pensamiento (dianoia) que es el “ callado dialogo interior del
alma consigo misma”.
Será entonces la destrucción de las opiniones en el
diálogo la que llevará a un nuevo modo de conocimiento que será el de la
Episteme o Ciencia o directamente
Filosofía. Habrá que limitar, definir, para que una cosa no se confunda con
otra. Debiendo coincidir el pensamiento lógico y el ser a través de la
identidad como ya lo había entrevisto Parménides.
El problema es que las cosas no responden al principio de
identidad, no son permanentes, están en constante cambio y son múltiples. Y
esto es porque el ser de las cosas no está en ellas mismas, sino fuera de
ellas. La esencia de las cosas no está en ellas, el ser del caballo no está en
este caballo particular y concreto, y la definición es de lo universal, del
eidos, en definitiva el ser está en la Ideas, fuera de las cosas, y estas
participan de la Idea que es inmutable y universal.
Estamos en presencia de una concepción lógica que entiende
al ser como identidad y, el ser, se identifica con la forma de la realidad que
cumple los requisitos del pensamiento lógico. Y ello se da en el mundo de las
Ideas
Su construcción teórica principal fue la teoría de las
Ideas. De acuerdo con la misma existen dos órdenes diversos de
realidad: el sensible y el inteligible,
pero sólo el segundo es absolutamente verdadero. Los sentidos nos muestran un
mundo imperfecto sometido a un perpetuo cambio, tal como la concepción de
Heráclito.
Platón agrega que un mundo tal no puede constituir el
objeto de un verdadero conocimiento pues ésta requiere realidades universales,
eternas y permanentes que servirán a la vez para fundar sobre ellas una
comunidad justa y lo más perfecta posible dentro de la imperfección propia de
lo humano.
Así considerará que el entendimiento cuando se despoja de la
interferencia obrada por los sentidos, descubre el mundo verdadero: el mundo inteligible de las Ideas, que
constituye el verdadero objeto de la filosofía.
Las Ideas son modelos eternos, universales e
independientes de nosotros, puesto que existen por sí mismas.
La doctrina de las Ideas, se basa en el desarrollo que hace Platón a
partir de las nociones universales de
que hablaba Sócrates (conceptos y definiciones)
Las cosas del mundo sensible constituyen una copia
imperfecta de las Ideas. Así por ejemplo,
todos los objetos bellos que percibimos por medio de los sentidos son tales
porque participan de una única Idea de
Belleza, eterna y absoluta, de la cual los primeros son meras “sombras”
o “copias”.
El conocimiento filosófico o Episteme es un saber lo que
las cosas son y, como el ser de las cosas está en la Ideas, hay que avanzar
dialécticamente de las cosas a las ideas y despues volver de las ideas a las
cosas. La filosofía se presenta entonces como un viaje de ida y vuelta. De las
cosas que plantean el problema y obligan
a filosofar, a las Ideas y de las Ideas a las cosas para explicar su ser
participado.
El problema que se plantea muchas veces con el pensamiento
platónico y con sus cuatro modos de tener noticias de las cosas, tal como lo
explica en el libro VI y VII de la República, a saber: la conjetura, la
creencia, pertenecientes estas dos primeras al mundo sensible y el conocimiento
discursivo y el intuitivo, ambos pertenecientes al mundo inteligible, es que
lugar ocupa el mito dentro de su sistema de pensamiento.
Veamos un caso para ejemplificar el problema; el Mito de
la caída, de los carros alados que se presenta en el Fedro (246 a y
subsiguientes) Afirma en ese texto que, saber cuál es la naturaleza del alma es
casi imposible y es una tarea divina, pero es posible dar una imagen de ella: “Describir
cómo es el alma sería cosa de una investigación en todos sentidos y totalmente
divina... pero decir a que es semejante puede ser el objeto de una
investigación humana”
Antes había dado una definición del Alma diciendo que es
todo aquello que se mueve por si mismo, una definición conceptual de qué es el
alma y despues apela al mito, esto es lo problemático y sorprendente. El
problema es que estamos en presencia de tres cuestiones diferentes que Platón
distingue: 1. La esencia de algo (ousia); 2. su Logos o definición y 3. su
nombre (ónoma).
La definición de la esencia no agota la realidad de lo que
se habla, solo la delimita o circunscribe. Conocer totalmente las cosas es tarea
divina por eso es necesario fundamentalmente cuando se trata de cuestiones
últimas, recurrir al mito para que nos manifieste, aunque sea de manera
imperfecta y parcial, la realidad de la cual estamos hablando, decirnos a que
se asemeja. El mito se convierte entonces en algo superior a la definición. Si
bien el conocimiento humano no puede agotar la realidad puede fijarla y
explicarla hasta cierto punto aunque sea de manera alegórica.
En este mito Platon cuenta lo que le pasa al alma, que con
sus alas se eleva hacia lo alto. Será entonces, el alma humana la que permite
que el hombre logre unir ambos mundos ya que puede elevarse, a través del
pensamiento, de uno al otro y una vez arriba poder bajar a esta realidad
imperfecta en la que le toca vivir. Por eso para Platon la filosofía es un
esfuerzo personal y comprometido y no una acumulación de saberes, es algo que
le compete al hombre y que debe “comunicarse de modo erótico”. Ya que
debe haber un Amor a la belleza y a las Ideas, que es el que inclina al filosofar.
La insatisfacción del hombre proviene de la situación que
se produce por estar hecho para
alimentarse de Ideas y no puede evitar alimentarse de opiniones, es por lo
tanto una realidad inestable, que fluctúa entre ser más o menos hombre. Lamentablemente
las verdades ultimas son inalcanzables y no se puede decir totalmente en que
consiste esa realidad pero se puede señalar para que los demás puedan llegar a
ellas por sí mismos. Por eso el maestro, el filósofo, debe contagiar a sus
discípulos para que se lancen al penoso y difícil cometido de conquistar la
realidad a través del conocimiento.
Hicimos esta referencia a la explicación mitológica que
abunda en la obra de Platón, porque muchos autores toman a su pensamiento como
el paradigma de la racionalidad del saber y, desde estas visiones “Ilustradas”,
se lo ve como un verdadero antecesor del Racionalismo y del Idealismo,
fundamentalmente por el papel que le atribuyó a las matemáticas como
propedéutica de la filosofía, y con su célebre inscripción en el frente de la
Academia donde se afirma que “no debe entrar aquí quien no sepa matemáticas”: A
pesar de ello tuvo una particular predilección por “mostrar” verdades
inaccesibles al intelecto a través del Mito y, en definitiva, las explicaciones
últimas, que sobrepasan la posibilidad de hacerlo a través del pensamiento, las
realiza mitológicamente, constituyéndose el Mito en la explicación fundamental
y última.
Aristóteles (384-322
a.C.)
Fue discípulo de Platón.
Durante mucho tiempo fue miembro de la Academia. A la muerte de su maestro la abandona y,
después de un largo periodo de viajes,
retorna a Atenas y funda su propia escuela de filosofía, el Liceo.
Conservamos de él una gran cantidad de obras que cubren
todos los temas: metafísica, física,
ética, política, estética, etc. Fue el
creador de la lógica. Su doctrina
filosófica, recogida por Santo Tomás de Aquino, se mantiene vigente en el pensamiento
religioso.-filosófico de la Iglesia Católica aún en nuestros días.
Constituyó un gran sistema filosófico a partir de la
crítica de la teoría platónica de las Ideas. Para él, a diferencia de Platón,
las cosas realmente existentes son las individuales (en su lenguaje, los
individuos constituyen las sustancias primeras). Pero en dichas cosas individuales podemos
distinguir dos principios: la materia y la forma. Esta última es aquello que tienen en común
los individuos de la misma especie; con ello, es como si Aristóteles dijera que
lo universal se halla contenido en el individuo.
Todo conocimiento procede de la sensación. Por medio de los sentidos conocemos lo
individual, pero el proceso del conocimiento no termina allí sino a través de
la abstracción, llegamos al razonamiento
y a la intelección de lo universal.
La metafísica de Aristóteles estudia la causa primera de
todo lo existente a la que también llama Dios o primer motor.
En su sistema de pensamiento vamos a
encontrar una serie de conceptos fundamentales de los cuales, la mayoría de
ellos, se inscribirán definitivamente en la historia de la filosofía. En
principio hacemos una simple enumeración de los mismos:
Sustancia primera = ousia : ser en si. Sustancia segunda =
categorías: ser en otro. Materia – Forma. Potencia – Acto. Causas: material,
formal, eficiente, final.
Lo que existe es el individuo concreto, (crítica a Platón)
el sujeto de todas las predicaciones (SUSTANCIA 1ra: Ente individual y concreto
, la cosa sensible)
Las ideas se obtienen cuando de cualquier sustancia
separo lo esencial de lo accidental: ESENCIA la obtengo
por la inteligencia y logro la Definición de algo, lo que la cosa es.
Ej: El Hombre es un animal político (zoon politicon)
por lo tanto de un sujeto se pueden predicar:
a) predicados esenciales
b) predicados no esenciales: categorías: cantidad, cualidad,
Relación, tiempo, lugar, acción, situación, pasión y
estado
Ej: el hombre es un
animal portador de lenguaje (a)
el hombre es
un animal político (a)
el hombre es
blanco (cual.)(b)
el hombre es
alto (cant.)(b)
Por lo tanto, si queremos explicar la realidad desde el
punto de vista del conocimiento debemos hacer referencia a los conceptos de
sustancia, esencia, accidente. Si queremos explicar la realidad de acuerdo a
como están constituidas las cosas, a su estructura, debemos recurrir a los
conceptos de Materia y Forma .La sustancia 1ra., el individuo, la cosa concreta
se compone de materia: lo indeterminado
, lo pasivo de cada realidad (ej: madera) y forma: lo determinante (mesa)
La materia es posibilidad. La forma es realidad. El equilibrio
entre Materia y Forma es inestable, hay cambio: pasar del no ser en acto
(semilla) al ser en acto (árbol)
Movimiento: pasaje de la Potencia al Acto
La realidad es cambiante porque la materia implica
posibilidad, entonces si queremos explicar la realidad desde el punto de vista
dinámico recurrimos a los conceptos de potencia y acto
Si queremos indagar sobre la causa que produce una
realidad, el porqué algo es lo que es, debemos recurrir a la teoría de las
cuatro causas:
1) material: aquello de que está hecho algo, el contenido.
2) formal: la
estructura de la cosa, el eidos, la idea.
3) eficiente: el
que le da forma a la cosa
4) final : el
propósito, el fin del creador, el para qué.
La Filosofía es conocimiento de las causas, del porqué de
la realidad.
Si conocemos la causa 1ra.: Filosofía 1ra. o Metafísica: conocimiento del 1er
motor; última y primera causa de toda la realidad (Dios)
Toda la naturaleza obedece al principio de la
Finalidad (teleología), por lo
tanto 1) todo ser tiene un modelo hacia
el cual se desarrolla 2) cada hecho tiene una ley 3) todo el cosmos tiene un orden.
Todo ser, toda realidad, tiene una causa final: el motor
inmóvil a cuya perfección aspira el mundo.
Todo el sistema implicará un orden
jerárquico en la naturaleza en función de que predomine materia y forma, de lo
que menos es (preeminencia de la materia) a lo que más es (preeminencia de la
forma).
Se parte del concepto de MATERIA PRIMA: incognoscible
1) Primer grado de actualidad, los 4 elementos
primordiales: tierra, agua, aire y fuego.
2) Segundo grado de actualidad: sustancias homeoméricas
(homogéneas)
3) Tercer grado de realidad: sustancias anomeoméricas
(heterogéneas por ej. órganos diferenciados)
4) Cuarto: vegetales
5) Quinto: animales
6)
Sexto: hombre
Fin de la jerarquía: ACTO PURO: Dios: 1er. Motor
Todo el universo tiende hacia él como último fin. Todos
los seres materiales y espirituales se mueven por deseo, por un apetito de ser
en acto, todos tienden hacia él, es causa final, mueve por atracción siendo él
inmóvil, puro pensamiento, pensamiento que se piensa a si mismo.
A continuación y para comenzar con la idea de establecer
una lectura desde América de la llamada “filosofía universal” vamos a ver en
particular el tema del significado de la Política Aristotélica
no solo para comprender la visión del filósofo griego sino también para ver
como fue reinterpretado por los conquistadores y aplicado en América.
Relación
entre Polis y Politeia.
La polis
que se constituye en Grecia a partir del Siglo VII a.c. es la comunidad
políticamente organizada, la koinonía politiké. Hay otras comunidades aparte de
la polis pero no son comunidades políticas, son anteriores desde el punto de
vista cronológico pero no en el ontológico, por ello nos debemos regir por el
principio aristotélico de que el todo es superior y anterior a la parte y es el
que le da sentido a cada una de las partes que lo componen: La comunidad
constituida naturalmente para la satisfacción de las necesidades cotidianas de
la casa... la primera comunidad constituida por varias casas en vista de las
necesidades no cotidianas es la aldea,...La comunidad perfecta de varias aldeas
es la ciudad(polis ) 1252 b
Menciona
también otra comunidad mas vasta y distinta, ethnos, y la podríamos
traducir como “nación” o “pueblo” en el sentido tradicional, pero
carece de unidad y sus miembros no se conocen entre sí, que era uno de las
condiciones que el pensador griego consideraba que debían de cumplir las
comunidades políticas.
...De
modo que toda ciudad es por naturaleza, si lo son las comunidades primeras;
porque la ciudad es el fin de ellas, y la naturaleza es fin. 1252 b
La polis
entonces existe por naturaleza, hace a la esencia de lo humano y su finalidad,
su telos, está en función de que esa existencia, la del hombre, no solo sea
posible, sino que en ella, y solo en ella, podrá lograr su máxima perfección.
Aristóteles sabía de la crisis profunda en que estaba sumida esa estructura
organizativa comunitaria a la cual también Platón quiso sin éxito salvar, y
consideraba que su columna vertebral, lo que la constituye como tal, es la
politeia, la constitución. Ya que lo que hace posible la vida de la polis es el
nomos, la ley y la constitución arbitra las “reglas de juego”, el conjunto de
normas que regulan la vida de la comunidad y que un determinado sector de la
comunidad impone a los otros, en la medida en que estas reglas sean efectivas,
la marcha de la comunidad es posible. Y esto es muy importante para Aristóteles
porque esa comunidad de familias y aldeas esta organizada para alcanzar una
vida perfecta y suficiente, feliz y buena, garantizando, de esta manera, el
bien para todos los hombres que se encuentran inmersos en ella. Los ciudadanos,
aunque sean desiguales, tienen una obra común que es la seguridad de la
comunidad y la comunidad es el régimen vigente, lo que lo constituye en forma
de normas incorporadas en sus miembros que tienen origen en la costumbre
(consuetudinarias).
La
Politeia, el régimen o constitución, es, pues, efectivamente lo que da forma a
la ciudad, aquello que la constituye. La constitución es el principio rector de
la ciudad, es su forma de vida. Y por eso le preocupa porque lo que está en
peligro en su época es la existencia de la comunidad misma. “El acuerdo se ha
perdido hace muchos años; ya no se sabe lo que es bueno ni lo que es malo, lo
que es justo ni lo que es injusto, no se sabe, sobre todo, quién debe mandar.
Por lo tanto hay que encontrar la fórmula que haga posible una nueva concordia,
una mínima seguridad, para que los hombres puedan seguir tendiendo los arcos de sus vidas con alguna
esperanza de que la felicidad sea su blanco”.
La
naturaleza de la comunidad en Aristóteles
Vemos que toda la ciudad es una comunidad y que toda la comunidad está constituida en
vista de algún bien, porque los hombres siempre actúan mirando a lo que les
parece bueno; y si todas tienden a algún bien, es evidente que más que ninguna,
y al bien mas principal, la principal entre todas y que comprende todas las
demás, a saber, la llamada ciudad y comunidad civil. 1252 a.
La comunidad es natural al hombre y es la que garantiza su
humanidad, porque el hombre no se basta a sí mismo, no puede ser autárquico,
pero esta falta de autarquía que la naturaleza ha rehusado al hombre
individualmente considerado, se realiza de un modo perfecto sólo en la ciudad
políticamente organizada, en la polis o “koinonía politiké”. Y esa autarquía,
ese bastarse a sí misma, estará dada
cuando pueda asegurar eficazmente la defensa de sus miembros y de satisfacer el conjunto de las necesidades
del hombre, siendo el lugar donde la vida humana encuentre su expresión mas
acabada. Estos fines, la defensa común y la autarquía económica, si bien son
muy importantes, no son los fines esenciales que explican la existencia de la
comunidad política, si bien sirvieron progresivamente para la constitución de
la misma, bajo la presión de las necesidades naturales, pero no es para ese fin
para lo que la ciudad está hecha sino que
su esencia reside en un fin superior que es el reinado de la justicia.
...."Sin duda la posesión de un territorio, la
seguridad militar, el equilibrio económico, son condiciones necesarias para la
existencia de una comunidad política; son como el sustrato de la unidad
política, pero no bastan para constituirla; se necesita ante todo una comunidad
ideal. La ciudad es el marco dentro del cual se puede realizar, gracias a la
independencia que ella asegura, el ideal de una vida humana perfecta; es ella
el ambiente en que el hombre puede alcanzar su felicidad mediante el ejercicio
de la virtud, en el respeto a la justicia"
Y
es que el hombre, a diferencia de otros seres vivos que no lo son (establecidas
esas diferencias en su tratado “Psique” o “De anima”, en su traducción latina,
entre alma vegetativa, sensitiva y racional) aspira a la justicia, a las leyes,
a la vida política; y para ello fue dotado del lenguaje y es la palabra la que
permite indicar, lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo, y será el lenguaje, el que califique
esencialmente al hombre y lo convierta en un animal político (zoon politikon)
De ahí que el hombre solo cuando está inserto en la comunidad puede realizar la perfección de
su naturaleza y fuera de ella “es una
bestia o un dios”
....De
todo esto resulta, pues, manifiesto que la ciudad es una de las cosas
naturales, y que el hombre es por naturaleza un animal social....La
naturaleza....no hace nada en vano, y el hombre es el único animal que tiene
palabra.... la palabra es para manifestar lo conveniente y lo dañoso, lo justo
y lo injusto, y es exclusivo del hombre, frente a los demás animales, al tener,
él sólo, el sentido del bien y del mal, de lo justo y lo injusto, etc. y la
comunidad de estas cosas es lo que constituye la casa y la ciudad
1253 a
Hay que
aclarar que estos fines solo se pueden lograr en la comunidad políticamente
organizada y a través de ella, permitirán el máximo grado de perfección humana
que se pueda alcanzar, están restringidos a un tipo de hombres, los llamados
“hombres libres”; los “otros” no podrán hacerlo porque su “naturaleza” es
diferente y jerárquicamente “inferior”, siendo esta característica esencial y
por lo tanto inmodificable y es lo que acontecerá en el caso de los hombres
considerados “esclavos”. En realidad calificarla de “esencial” si se trata solo
de una condición histórica particular, tendrá graves e importantes
consecuencias respecto de la estructuración del lugar del “otro” y así, al
considerarlo inferior, lo será por ser diferente al griego, y esto no es
“esencial” pero por no ser griego, se es bárbaro.
Claro que no
solo el esclavo tiene restricciones sino que la fundamentación las establecerá
también para el niño respecto del adulto y para la mujer respecto del hombre.
Las diferencias planteadas entre los hombres libres y los esclavos constituirán
el concepto de esclavitud que desarrollaremos a continuación.
La Naturaleza de la Esclavitud
Para
Aristóteles, la esclavitud es algo natural y necesario y el que la padece está
al servicio de la economía, de la casa (oikos
= casa), coopera en la consecución de los fines de la vida del grupo doméstico:
... la casa perfecta consta de
esclavos y libres.... las partes primeras y mínimas de la casa son el amo y el
esclavo, el marido y la mujer, el padre y los hijos. 1253 b
....Su
función es la de un instrumento capaz de obediencia, ya que...Los instrumentos
pueden ser inanimados o animados. 1253 b
El
amo se sirve de él, no como el artista de sus útiles, para producir una obra,
sino como se sirve él mismo de sus vestidos o de sus muebles, o mejor aún de
sus miembros, no para otra cosa sino simplemente para vivir. Es un instrumento
del amo, un medio para sus fines, como son las herramientas de labranza o los
caballos, por ello depende de su amo como uno de sus miembros, y le pertenece
absolutamente.
Así también
los bienes que poseen son un instrumento para la vida, la propiedad en general
una multitud de instrumentos, el esclavo una posesión animada y todo
subordinado algo así como un instrumento previo a los otros instrumentos. 1253
b
Para Aristóteles el esclavo es un “instrumento para la
acción” del hombre libre, esto es, una cosa que no posee propiamente el
estatuto de hombre: La vida es acción, no producción y por ello el esclavo
es un subordinado para la acción. 1254 a
La no-pertenencia del esclavo a sí mismo es absoluta,
porque su ser es sólo una “parte” de su amo y como una especie de prolongación
de su cuerpo: ...Por eso el amo no es del esclavo otra cosa que amo, pero no
le pertenece, mientras que el esclavo no sólo es esclavo del amo, sino que le
pertenece por completo.... esclavo: el que por naturaleza no pertenece a sí
mismo, sino a otro, siendo hombre, ése es naturalmente esclavo; es hombre de
otro el que, siendo hombre, es una posesión.... ya desde el nacimiento unos
seres están destinados a ser regidos y otros a regir... y siempre es mejor el
mando sobre mejores subordinados. 1254 b
“Si entendemos que toda relación requiere, como tal, un
cierto grado de autonomía en cada uno de sus términos, el nexo que une amo y
esclavo no es, pues, en sentido estricto, una relación. El lazo que los reúne es esencialmente
utilitario; se refiere exclusivamente a la satisfacción de las necesidades de
la existencia y, como tal, constituye un elemento esencial de la economía
doméstica y política”.
... son
esclavos por naturaleza, y para ellos es mejor estar sometidos a esa clase de
imperio, lo mismo que para el cuerpo y el animal. Pues es naturalmente esclavo
el que es capaz de ser otro y participa de la razón en medida suficiente para
reconocerla pero sin poseerla, mientras que los demás animales no se dan cuenta
de la razón, sino que obedecen a sus instintos. 1253 b
De
aquí se desprende que el único que determina los fines, el que posee plenamente
la facultad racional y por lo tanto la libertad y voluntad plena es el padre de
familia, el amo y señor, siendo el único que puede conducirse a sí mismo, los
demás miembros, cada uno en su medida, no la poseen, el esclavo en ningún caso,
es imperfecta en el niño, e impotente en la mujer.
Estas
razones ponen también de manifiesto que no es el mismo gobierno del amo que el
de la ciudad, ni todos los poderes entre si, pues uno se ejerce sobre personas
libres por naturaleza y otro sobre esclavos, y el gobierno doméstico es una
monarquía mientras que el gobierno político es de libres e iguales. 1255 b
Será a
partir de estas premisas que podemos argumentar que la autoridad del amo sobre el esclavo es total y sin limites
ya que tiene como principio, no la justicia como será entre los hombres libres,
sino el provecho del jefe de familia. La justicia no es aplicable más que entre
asociados libres e iguales; es ella el principio de la autoridad política.
La cuestión central y definitiva es que la esclavitud es
natural y por la tanto irreversible: En efecto, el que es capaz de
prever con la mente es naturalmente jefe y señor por naturaleza, y el que puede
ejecutar con su cuerpo esas previsiones es súbdito y esclavo por naturaleza;
por eso el señor y el esclavo tienen los mismos intereses. 1252 a….Pero la
belleza del alma no es tan fácil de ver como la del cuerpo. Es, pues,
manifiesto que unos son libres y otros esclavos por naturaleza, y que para
estos últimos la esclavitud es a la vez conveniente y justa. 1255 a
Es dable
observar, en este caso, que se están poniendo en juego una serie de conceptos
que hemos mencionado en anteriormente referido a que toda la naturaleza obedece
al principio de la Finalidad
(teleología) por lo tanto, 1) todo ser tiene un modelo hacia el cual se
desarrolla 2) cada hecho tiene una ley
3) todo el cosmos tiene un orden. Todo el sistema aristotélico se
apoyará, por un lado, en el establecimiento de un orden jerárquico que organizará
los diferentes grados de perfección en
la realidad y por otra parte para explicar esa misma realidad echará
mano a pares de opuestos, como potencia-acto, materia-forma,
sustancia-accidente, etc.
De esta
manera, la realidad se organiza dicotómicamente en términos de subordinación de
lo inferior a lo superior. Recorriendo rápidamente esas subordinaciones,
podemos decir que, en el plano biológico, los animales están esencialmente
subordinadas a los hombres; en el antropológico y político, los esclavos a los
hombres libres, los bárbaros a los griegos, los niños a los adultos y las
mujeres a los hombres
“En el
nivel ontológico, el ente sensible al ente inteligible; en la esfera
metafísica, la materia a la forma; en el nivel ético-teológico, lo imperfecto a
lo perfecto, la dependencia a la autonomía (autarkheia)” (Aristóteles,
Política, I, 3, 1253b 5- 13; I, 6, 1255ª 30-35; Física, I, 9, 192ª 2-24;
Metafísica, A, 10, 1075ª 19-23
...Asimismo,
tratándose de la relación entre macho y hembra, el primero es superior y la
segunda inferior por naturaleza, el primero rige, la segunda es regida. 1254 b
...El ser
vivo consta en primer lugar de alma y cuerpo, de los cuales el alma es por
naturaleza el elemento rector y el cuerpo el regido. 1254 a
... que es
conforme a la naturaleza y conveniente que el cuerpo sea regido por el alma, y
la parte afectiva por la inteligencia y la parte dotada de razón 1254 b
... el
cuerpo y el alma tienen los mismos intereses, y el esclavo es una parte del
amo, una especie de parte animada separada de su cuerpo. Por eso el amo y el
esclavo que por naturaleza merecen serlo tienen intereses comunes y amistad
recíproca, y cuando no es éste el caso, sino que son amo y esclavo por
convención y violencia, sucede lo contrario. 1255 b
La rudimentaria humanidad del esclavo expresa la imperfección
de su razón: el esclavo se halla privado de “la parte deliberativa” del alma
racional. En razón de esta imperfección, es incapaz de ejercer la decisión
racional y por ello no puede tampoco arribar a la felicidad. Siendo una especie
de híbrido, mezcla de animalidad, humanidad y utensibilidad, el esclavo difiere
del hombre libre como el cuerpo del alma y la bestia del hombre, y “esta
condición inferior es lo que corresponde a todos aquellos cuyo trabajo consiste
en el empleo de la fuerza natural”
La
esclavitud es, por consiguiente, un estado natural. No se funda sobre una
convención, como lo entendían otros pensadores de la época, sino sobre la ley
“natural”, que produce una masa de hombres imperfectos destinados a servir a
los hombres que son enteramente hombres y por eso serán amos.
La pregunta
que corresponde hacer es ¿en qué principio racional, fundado en su propio
sistema filosófico, se basa Aristóteles para fundamentar la naturaleza de la
esclavitud? Y la respuesta que surge con evidencia plena, es que ese principio
no se encuentra dentro de los elementos conceptuales que su sistema filosófico
nos provee y que, contrariamente a ellos, se basa en consideraciones particulares,
en cuestiones de hecho y relatos transmitidos por la tradición que
azarosaaemnte elige y, de esta manera, transgrede un principio fundamental de
su propia gnoseología, que establece que lo universal es irreductible a la
experiencia, ya que la simple experiencia solamente autoriza juicios
particulares, tal como lo expresa hasta el cansancio en su “Metafísica”
El
principio sobre el cual descansa la tesis de la inferioridad natural es la
autoridad de la tradición, que transmiten los poetas y la costumbre: Por eso
dicen los poetas que “es justo que los griegos manden sobre los bárbaros”,
entendiendo que bárbaro y esclavo son lo mismo por naturaleza. 1252 b..La
naturaleza quiere sin duda establecer una diferencia entre los cuerpos de los
libres y de los esclavos, haciendo los de éstos fuertes para los trabajos
serviles y los de aquéllos erguidos e inútiles para tales menesteres, pero
útiles en cambio para la vida política (que se divide en actividad guerrera y
pacífica.
1254 b
En el libro
séptimo de la Política, el filósofo griego esboza una argumentación que
pretende determinar sus principios por medio de la inducción. Tomando partido
de ciertas reflexiones médicas de Hipócrates, sostiene Aristóteles que si los
griegos son naturalmente libres y tienen la capacidad de someter al mundo
entero, es porque son a la vez valientes y hábiles técnicamente. Se distinguen
así de las naciones situadas en las regiones frías, que son valientes pero
carecen de habilidad técnica, lo cual les garantiza una cierta libertad pero
les impide dominar a los pueblos vecinos. Pero los griegos se distinguen
igualmente de las naciones asiáticas, que siendo inteligentes y de espíritu
inventivo, carecen sin embargo de valor, lo cual las condena a una existencia
de esclavos. De este modo, las naciones no-griegas son naturalmente
imperfectas, en el sentido de que adolecen siempre de alguna carencia (de valor
o de inteligencia) sólo los griegos alcanzan la perfección.
Respecto de
lo fáctico como fundamento al proponer que la subordinación natural de
determinados hombres a otros hombres es una realidad se basa en que la mayoría de los esclavos no eran griegos, afirmando que los griegos
se ven a ellos mismos como nobles, no solo en su país, sino en todas partes y
los bárbaros, por el contrario, no son nobles sino en su propio territorio y
afirma que los bárbaros son
esencialmente inferiores y vasallos de los griegos, aún cuando puedan ser
accidentalmente reyes o sabios en sus propios territorios. Los griegos, que
constituyen la humanidad superior, pueden y deben reducir a los bárbaros a la
esclavitud pero, correlativamente, no deben reducir a otros griegos a la
condición servil. En consecuencia el esclavo natural está determinado por su
pertenencia a una nación no-griega, el esclavo natural, es el otro. Por lo
tanto, la representación de la alteridad esta vista como privación o
negatividad pura.
Es a título
de su alteridad que el otro es esclavo, es decir, ontológicamente inferior:
Todos aquellos que difieren de los demás, tanto como el cuerpo del alma o del
animal del hombre.... son esclavos por naturaleza 1255 a
El hombre
libre muestra en si la presencia del orden, la necesidad, la finalidad, la
perfección y en cierto sentido su divinidad, pudiendo encontrarse una simetría
entre la acción del hombre libre y el movimiento de los cuerpos celestes,
contrariamente en el esclavo se muestra el azar, la ausencia de finalidad, el
desorden, el estar privado de racionalidad y de finalidad, características
distintivas de la humanidad, de ahí se desprende el beneficio que la daría la obediencia absoluta al amo, quien le
otorga desde el exterior, la finalidad y el sentido de que carece
originariamente.
América
y el problema de la fundamentación de la esclavitud
Estas argumentaciones, entre otras, facilitaran el
discurso que pretenda justificar la servidumbre de los habitantes de América, y
para ello recurrirán al pensamiento del filósofo griego que estamos analizando.
No olvidemos que la vigencia de su pensamiento se extiende en el medioevo por
la cristianización que de su pensamiento hace Santo Tomás de Aquino en el siglo
XIII.
Juan Ginés de
Sepúlveda (1490-1572), escribe en 1547 el “Tratado sobre las justas causas de
la guerra contra los indios”, en el mismo se encargará de fundar sus tesis en
Aristóteles y, de esa manera justificar la inferioridad natural de “los
naturales” y por lo tanto su “naturaleza” inferior. Para ser justos con la
verdad histórica también debemos tener en cuenta que el padre Bartolomé de las
Casas (1474-1566) que pertenece al Imperio Español y profesa la misma religión,
habiendo llegado a ser obispo de
Chiapas, cuestionará el concepto de barbarie propuesto por Sepúlveda a partir
de la interpretación que hace de las sagradas escrituras afirmando que tanto
indios como españoles pertenecen a la esencia humana creada por Dios y que por
lo tanto gozan de los mismos derechos y libertades. Sus pensamientos fueron
publicados en 1552, en un texto que se conoció como “Brevísima relación de la
destrucción de las Indias”
Haciendo referencia, para contextualizar el tema, a la
realidad histórica del momento, vemos que los argumentos de Sepúlveda se
elaboran como respuesta a la
promulgación, por parte de la Corona Española, de las Leyes Nuevas (1542), que prohibían la
práctica de la esclavitud por medio del sistema de encomienda. Como esto
resultaba no conveniente para los encomenderos, los españoles en América que se
beneficiaban con la explotación sin límites de los “naturales”, aparece el planteo
de Sepúlveda como el defensor y ideólogo de esos intereses, que si bien nunca
estuvo en América, tenía una gran amistad con Hernán Cortés y era filósofo,
teólogo y cronista real y conocía perfectamente lo que estaba pasando en el
nuevo mundo. Contra esas Leyes promulgadas por la corona, trataba de justificar
tanto el empleo de la violencia como medio de evangelización, como la reducción
a la esclavitud de los indígenas. Fue ese el propósito principal de las tesis
que esboza en su Tratado.
Veamos las similitudes entre ambos pensadores:
Dice Aristóteles: Por eso dicen los poetas que
“es justo que los griegos manden sobre los bárbaros”, entendiendo que bárbaro y
esclavo son lo mismo por naturaleza. 1252 b
Plantea
Sepúlveda: “Siendo por naturaleza siervos los
hombres bárbaros, incultos e inhumanos, se niegan a admitir la dominación de
los que son más prudentes (en el sentido aristotélico de racionales), poderosos
y perfectos que ellos; dominación que les traería grandísimas utilidades,
siendo además cosa justa, por derecho natural, que la materia obedezca a la
forma, el cuerpo al alma, el apetito a la razón, los brutos al hombre, la mujer
al marido, los hijos al padre, lo imperfecto a lo perfecto, lo peor a lo mejor,
para bien universal de todas las cosas. Este es el orden natural que la ley
divina y eterna manda observar siempre. Y tal doctrina la han confirmado no
solamente con la autoridad de Aristóteles, a quien todos los filósofos y
teólogos más excelentes veneran como maestro de la justicia y de las demás
virtudes morales y como sagacísimo intérprete de la naturaleza y de las leyes
naturales, sino también con las palabras de Santo Tomás”
A partir de esa aseveración Sepúlveda enumera
desordenadamente los caracteres que, según él, indican la “inferioridad
natural” de los indígenas: no poseen ninguna ciencia, no conocen la escritura,
no erigen monumentos que den testimonio de su historia, no tiene leyes escritas
(solamente tienen instituciones no-escritas y costumbres bárbaras), practican
el canibalismo, los sacrificios humanos y la idolatría, son incontinentes y
libidinosos, desconocen la propiedad privada, son tímidos y cobardes en la
guerra, si construyen casas, practican un cierto tipo de comercio y tienen
algún modo racional de vivir es solo “para probar que no son osos ni monos y
que no carecen totalmente de razón”
De este modo las “causas”
que invoca Sepúlveda para justificar la guerra contra los indígenas
reposan, en última instancia, en la diferencia, en el ser otro, en el no
reconocimiento de la alteridad.
Volvemos,
muchos siglos después, y en este caso, en referencia a los hombres que habitan
el continente americano, a escuchar los mismos argumentos de la antigüedad para
justificar la supremacía de unos hombres sobre otros y a través del pensamiento
que desarrolla Sepúlveda, reencontrar las clásicas oposiciones que planteó
Aristóteles y las relaciónes que había establecido en el Libro I de su
“Política” respecto de sus consecuencias antropológicas, entre el hombre libre,
en este caso el español y el sometido a él, en este caso el aborigen americano
que aparecerá como bárbaro, es decir como instrumento “a uso” del hombre libre,
fundamentando la representación del ser-otro como barbarie. Curiosamente, mucho
tiempo después, en el siglo XIX “a partir de la tradición aristotélica [es]que
Samper y Sepúlveda, como Domingo Sarmiento y Juan Maior, intentan legitimar su
representación distorsionante de la alteridad y justificar, sobre esta base,
una moral y una política particularistas”.
Por todo lo dicho concluimos que estas argumentaciones
negadoras de la humanidad del otro, no se desprenden de la reflexión teórica
que tendría por finalidad principal “develar la verdad”, que está oculta detrás
de las cosas, en el sentido de correr el velo que nos impide conocer lo
verdadero en el sentido griego de alétheia y de esta manera encubrimos la
realidad dándole a los hechos concretos, históricos y circunstanciales una
pretendida universalidad que no tienen, ya que se trata de la imposición de una
cultura sobre otra, de la dominación lisa y llana producida por la fuerza de
las armas y de la apropiación indebida, “conquista” de un territorio que para
la mirada europea aparece como inexistente, por eso lo de “descubrimiento”, una
supuesta fundamentaron teórica que repite un discurso tradicional griego sobre
el ser de los otros apoyado en los hechos de haberse impuesto ellos, en su
momento, a los otros pueblos de la antigüedad.
Como afirma Gómez Muller, en el texto citado anteriormente, “este
discurso no es “teórico”, sino ideológico. El discurso esclavista cumple una
función de encubrimiento: permite ocultar a la vez la falsa absolutez del
principio de autosuficiencia del amo, cuya vida depende esencialmente del
trabajo del esclavo, y la real autosuficiencia del esclavo, que es capaz de
asegurar no sólo las condiciones de su propia vida sino también las de la vida
del otro”
Como esto
damos por concluido el tratamiento del pensamiento de Aristóteles referido a la
Política y para concluir rápidamente con la breve
síntesis de la historia de la filosofía occidental anterior a la modernidad,
nos faltaría decir dos palabras sobre la filosofía medieval ya que de la
filosofía moderna y de la contemporánea y la llamada postmoderna, nos
ocuparemos en la segunda unidad de la asignatura.
Tomaremos a dos filósofos fundamentales, en la Alta y Baja
Edad Media, ya que representan la síntesis mas acabada e influyentes de la
cristianización del pensamiento griego.
San Agustín
(354-430)
Basándose en el pensamiento platónico y neoplatónico, que
había reformulado Plotino, rescata el concepto de interioridad, de la
introspección, adelantándose a Descartes aunque con otra finalidad y en otra
época de la historia, ya que afirma que todo saber y toda obrar del hombre se
asienta en el descubrimiento de Verdades Eternas a las cuales se arriba
mediante la reflexión ya que se hallan en el interior de cada hombre, en su
alma, y han sido puestas por Dios en la creación.
Las Ideas Platónicas, son ideas de Dios por las cuales
creó el mundo, son las esencias perfectas de todas las cosas que están en la
mente de Dios.
Dios es el único ser cuya esencia es su existencia.
Santo Tomás de Aquino
(1225-1274)
Rescata el pensamiento aristotélico, considerando que el
sistema creado por Aristóteles es verdadero y representa a la realidad que podemos acceder por el pensamiento.
Por la razón se puede acceder a las verdades de la naturaleza ya que debemos separar la
Ciencia de Dios o Teología de la Filosofía Natural. Hay entonces dos tipos de
verdades: Verdades de Fe que son, por definición indemostrables y Verdades de
Razón que son demostrables y a las que se puede acceder independientemente de
la Fe.
Comprende que si bien Aristóteles participa de una
cosmovisión pagana, ha demostrado con su
pensamiento que es posible arribar a verdades y que estas no tienen porque ser
contradictorias con las que se alcanza a través de la fe. Ambas son
complementarias y compatibles y muchas verdades se pueden demostrar por ambos
caminos. Obviamente, los misterio de la fe son indemostrables y eso les asegura
una particular jerarquía ya que solo accederemos a ellos a través de la
revelación.
Claro que las primeras, las verdades de fe, están a la base y sirven de fundamento de
toda la realidad, siendo Dios la primera causa de todo el movimiento, el primer
motor, la causa primera, el máximo grado de perfección etc.
Además si entraran en contradicción unas con otras el
conflicto se resolvería apelando a las verdades de fe que son verdaderas en
grado sumo porque expresan la sabiduría de Dios.
Pero, por otra parte no podría ser que Dios hubiera creado
al hombre de manera tal que unas verdades contradijeran a las otras por ello
considera que las mismas deben complementarse.
Por supuesto que la excelencia del ser creado, de la
creación humana no ha llegado a que el hombre tenga la perfección de Dios y por
ello, al ser limitado y finito, puede caer en el error ya que no es perfecto y,
no solo le pasa esto con el conocimiento, sino también con su vida moral, ya
que si bien, conoce cual es el Sumo
Bien, puede no elegirlo ya que Dios le ha otorgado la dignidad de la libertad y
puede hacer un buen o un mal uso de ella.
Respecto de las pruebas de demostración de la existencia
de Dios, deshecha la prueba ontológica ya que considera que a través del
pensamiento no podemos acceder a la esencia de Dios. No considera tampoco que se pueda derivar la
existencia de Dios del análisis de la
esencia del mismo porque las esencias las conocemos abstrayendo a partir de las
cosas existentes.
La demostración debe ser “a posteriori”, no “a priori”, de
los efectos a la causa, de lo contingente a lo necesario. Y de esta manera
enuncia las famosas cinco pruebas o cinco vías para la demostración de la
existencia de Dios: grados de perfección, primera causa, primer motor, ser
necesario, causa incausada.
Bibliografía
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Sudamericana, Buenos Aires, 1978
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bilingüe, trad. Julián Marías, Inst. de Est. Políticos, Madrid, 1970
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de la destrucción de las Indias, Sarpe, Madrid, 1985
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- Jaeger W. Paideia. Los ideales de
la cultura griega. FCE, Méjico, 1974
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Lamanna, Paolo. Historia de la Filosofía. Tomos I,II, Hachette, Buenos Aires,
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- Marías, Julián Introducción al
Fedro de Platón, Revista de Occidente, Buenos Aires, 1947
- Moreau, J. Aristóteles y su
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- Platón. República, Cartas, edición
bilingüe, trad. Julián Marías, Inst. de Est. Políticos, Madrid, 1970
- Platón, Apología de Sócrates,
Eudeba, Buenos Aires, 1968
- Sepúlveda, J.G. de, Tratado de las
justas causas de la guerra contra los indios, FCE, Méjico, 1986
- Todorov, T. La conquista de
América. El problema del otro. Siglo XXI, Buenos Aires, 2003
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